Desde el silencio.


Serie de fotos enviada a la XIV Bienal de Fotografía del Centro de la Imagen. A ver qué pasa.

La sordera me reduce el mundo a un ámbito estrictamente visual. No importa con cuánta gente me relacione, la música que escuche a todo el volumen o el ruido derivado de cualquier entorno, el silencio nunca pierde su protagonismo, las palabras siempre sobran, no por estropear el silencio, al contrario, las personas son más interesantes cuando observo la intensidad de sus gestos en lugar de entablar una conversación.

Si hablan antes que dispare el obturador, la cámara ya no es cómplice de mi paranoico afán de explorar su intimidad. El esfuerzo de leer los labios es muy conflictivo, apenas alcanza para entender la mayoría de las palabras pero es insuficiente para entender lo que pretendían decirme, por eso, sin fotografías me siento ausente, neutral, invisible, como un extranjero que se quedó sin interprete. Estas fotografías son una mirada desde el silencio.

4 comentarios:

Sybila dijo...

Yyari!


Pues hace poco que he indagado en tu blog y visto las fotos y muchas de ellas me parecen buenísimas.

Je, no dejaré de comentar esta foto, en donde hay amigos en común y el recuerdo de una gran noche.

Te mando muchos saludos y por acá seguiremos pasando para ver tu trabajo. De verdad me gusta mucho.

Saludos,

Sam

Sybila dijo...

P.D. Suerte en la Bienal!

Anónimo dijo...

Qué tal, Iyari? Espero que te encuentres bien, carnal.

Leyendo tu post me doy cuenta que a mí me pasa exactamente lo contrario, es decir, a la inversa. La realidad visual “me reduce el mundo a un ámbito estrictamente” lingüístico. A ti te puedo decir que eso no me desconcierta, pero indudablemente me consterna. La vida en actos (verlos) es fortísima para mí, y prefiero la literatura, la voz, el ruido, la musicalidad del ruido y de la voz. Sí, la palabra es viento… pero en mí ella es cómplice, como tu cámara. La palabra me da cuenta de todo lo que “puede ser”, y eso es suficiente para mí. Sí, diferentes son los motivos (las causas) por las cuales, en mi caso me he inclinado a las Letras y en tu caso te has inclinado a la Mirada , pero puedes permitirme decir que las dos causas son por inhabilidades. Uno es su contexto. Y el silencio es sonido.

Las palabras son escasas para mí. Siempre tendré la necesidad de ellas, de todas ellas, amigo.

Sabes que estimo tu trabajo y eso es bastante para alguien que prefiere el signo y la oralidad antes que la imagen. Excelentes fotografías, artista.

Natalia González Gottdiener dijo...

Querido Iyari:

El silencio, su motivo, la poesía en su canto silencioso. Esa oportunidad de la imágen, ya sea hablada, escrita a visual, es única. Me gusta eso de que sin cámara te sientas exktranjero sin interprete. La fotografía es tu lenguaje y es un lenguaje, le pese a quien le pese. Abrazo.

(Y no dejes que te impresionen, los que ocultan tras del silencio su cobardía)

La memoria del eco